Trastornos de la Personalidad

Marta Frau, psicologa Palma, lleva a cabo tratamiento cognitivo conductual destinado a mejorar los síntomas de los Trastornos de la Personalidad

Durante años, ha sido difícil encontrar una definición común a todos y cada uno de los trastornos de la personalidad existentes.

En la versión revisada del DSM (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales) los definen tal que así; "un trastorno de personalidad es un patrón permanente e inflexible de experiencia interna y de comportamiento que se aparta acusadamente de las expectativas de la cultura del sujeto, tiene su inicio en la adolescencia o principio de la edad adulta, es estable a lo largo del tiempo y comporta malestar o prejuicios para el sujeto".

El DSM, a su vez, define los rasgos de personalidad como "patrones persistentes de formas de percibir, relacionarse y pensar sobre el entorno y sobre uno mismo que se ponen de manifiesto en una amplia gama de contextos sociales y personales", pero, desde psicóloga Palma, debemos advertir que no todos las personas que presentan rasgos de personalidad “poco comunes o “raros” sufren trastornos de la personalidad.

El trastorno de la personalidad se diagnóstica cuando estos rasgos, que son egosintónicos (la persona se siente bien como es, o en todo caso percibe su sufrimiento emocional como algo inevitable, sin relación alguna consigo mismo, con su manera de ser y comportarse), se vuelven o son inflexibles y desadaptativos (suele ser al final de la adolescencia cuando se consolidan de forma permanente y estable), y en consecuencia, generan un deterioro funcional significativo o un malestar subjetivo.

Se debe tener en cuenta que los síntomas y características de los trastornos de la personalidad son aloplásticos, esto es, repercuten en los demás y son bien vistos por el paciente, el cual no nota o percibe problema alguno. Es decir, la sintomatología de la personalidad anómala es como el mal aliento (solo la sufre el observador).

Desde psicologa Palma destacamos la clasificación del DSM-IV, en el que se distinguen diez tipos de trastornos de personalidad, reunidos en tres grupos, por las similitudes de sus características:

1. Raros o excéntricos:

• Paranoide (desconfianza excesiva o injustificada, suspicacia, hipersensibilidad y restricción afectiva)
• Esquizoide (dificultad para establecer relaciones sociales, ausencia de sentimientos cálidos y tiernos, indiferencia a la aprobación o crítica)
• Esquizotípico (anormalidades de la percepción, del pensamiento, del lenguaje y de la conducta, que no llegan a reunir los criterios para la esquizofrenia)

Además este grupo de trastornos se caracteriza por un patrón de cognición penetrante (por ej. sospecha), expresión (por ej. lenguaje inadecuado) y relación con otros (por ej. evitación) anormales.

2. Dramáticos, emotivos o inestables:

• Antisocial (conducta antisocial continua y crónica, en la que se violan los derechos de los demás, se presenta antes de los 15 años y persiste en la edad adulta)
• Límite (inestabilidad en el estado de ánimo, la identidad, la autoimagen y la conducta interpersonal)
• Histriónico (conducta teatral, reactiva y expresada intensamente, con relaciones interpersonales marcadas por la superficialidad, el egocentrismo, la hipocresía y la manipulación)
• Narcisista (sentimientos de importancia y grandiosidad, fantasías de éxito, necesidad exhibicionista de atención y admiración)

3. Ansiosos o temerosos:

• Evitativo (hipersensibilidad al rechazo, la humillación o la vergüenza; retraimiento social pese a desear afecto y baja autoestima)
• Dependiente (pasividad para que los demás asuman responsabilidades y decisiones propias, subordinación e incapacidad para valerse, falta de confianza en sí mismo)
• Obsesivo-compulsivo (perfeccionismo, obstinación, excesiva devoción al trabajo y al rendimiento; dificultad para expresar emociones cálidas y tiernas)

Este tercer grupo se caracteriza por un patrón penetrante de temores anormales, incluyendo relaciones sociales, separación y necesidad de control.

En el DSM, también se proponen otras dos categorías diagnósticas: el trastorno depresivo de la personalidad y el trastorno negativista de la personalidad.

Marta Frau, psicólogo Mallorca ha comprobado que hay bastantes pacientes que acuden a consulta con trastornos de personalidad. Estos pacientes son los que requieren tratamientos más largos que los que requieren otro tipo de problemas, por ello, al final constituyen una parte importante del trabajo diario del psicólogo.

Las técnicas cognitivo conductuales, como las que realiza Marta Frau, psicólogo Mallorca, se presentan como tratamientos eficaces a este tipo de problemas.